El 25 de abril celebramos San Markos en Gatika. Mi pueblo. También es mi cumpleaños. Hace 39 años que nací en este municipio rural, del que tengo el honor de ser alcaldesa desde 2015.

Gatika es un pueblo de gran extensión, con bosques, ríos y grandes espacios naturales. Herribides que atraviesan nuestros 9 barrios, salpicados con preciosos baserris y plagados de historia. Cuando llegas a la iglesia, impacta ver nuestra enorme ikurriña ondeando y dando la bienvenida a todo aquel que llega al centro del pueblo.

Entré en política hace 18 años. Recuerdo el día en el que me propusieron que me incorporara a la lista municipal de EAJ, y que fuera concejal en el Ayuntamiento. Es verdad que lo primero que sentí fue un poco de vértigo. Supongo que entrar de lleno en política, en un pequeño municipio rural vizcaíno donde todas las personas nos conocemos me impuso, en cierta medida. Con 21 años decidí asumir el compromiso y trabajar de lleno por los valores en los que creo, por Gatika, por Bizkaia y por Euskadi. Fui concejala en la oposición desde 2003 hasta 2007, año en el que pasé a formar parte del equipo de gobierno. En 2015 asumí la alcaldía, y en las pasadas elecciones municipales de 2019 obtuvimos la mayoría absoluta, por lo cual estoy profundamente agradecida.

Compagino la alcaldía con el Parlamento Vasco desde 2012, donde he participado en las comisiones de Educación, Derechos Humanos, Igualdad y Participación Ciudadana, Reglamento y Gobierno e Incompatibilidades. Soy presidenta de la Comisión de Control de EiTB, y representante del Parlamento Vasco en el Consejo de Dirección de Emakunde desde 2013. Además, la ejecutiva de Bizkaia de EAJ-PNV ha confiado en mí para ser burukide desde hace cuatro años. Soy Licenciada en Derecho y cursé un Máster en Práctica Jurídica y Abogacía, en la Universidad de Deusto.

Para mí, la política se rige bajo el concepto de responsabilidad. Creo en ella como mecanismo para solucionar y avanzar, y no para confrontar. Trato de escuchar, de empatizar y me esfuerzo por comprender las necesidades de los demás. Tengo claro que si las personas no confían en ti, no puedes dedicarte a esto. Si algo he aprendido a lo largo de estos años es que el respeto y la educación son dos claves esenciales, con un rumbo fijo marcado por el trabajo, el rigor y la honestidad.

Mi tiempo libre lo dedico a mi gente, mi cuadrilla, mi familia, mis dos hijos… y sigo llevando junto a mi hermana, a una de mis mejores amigas y antiguas alumnas el grupo de dantza Intxurtxu, que fundó mi ama. Cada año, cuando los y las más pequeñas bailan en San Markos, miro hacia arriba y sé que ella está disfrutando con nosotras.