Nuestro Grupo Parlamentario
Bakartxo Tejeria Otermin
Nací en Larraul y es al sitio al que siempre vuelvo. Viví en Villabona hasta que me casé y me instalé en Donostia. Como la mayoría de las personas de mi generación, mi infancia y juventud transcurrieron entre mi familia y la ikastola. Estudié en la ikastola del pueblo y allí hice mis primeras amigas. Después, fui al instituto de Tolosa.
Pertenezco a una familia en la que el sentimiento abertzale está fuertemente arraigado. Desde que tengo uso de razón me han inculcado el amor a nuestro Pueblo y a nuestra lengua, el euskera; el sentimiento de pertenencia a un pueblo milenario que tiene derecho a decidir su futuro y quiere tener voz propia en el mundo; el compromiso con la solidaridad, la igualdad y la justicia social. Todavía recuerdo cómo Xabier Arzalluz nos transmitía todos esos valores en sus mítines.
Creciendo en ese entorno, mi interés por la política y la decisión de afiliarme al PNV resultan consecuencias lógicas. También se enmarca en esa escala de valores el que aceptara la responsabilidad de formar parte de la candidatura de Villabona cuando el partido me lo propuso. Era la manera que me habían inculcado de entender la política: como vocación de servicio público. Nos presentábamos para responder a las necesidades y deseos de las personas que viven en nuestros pueblos, siempre con el objetivo de lograr la Euskadi libre para la que se había creado el PNV.
La Universidad me abrió un mundo nuevo. Estudié Derecho en Donostia. Allí conocí a mi marido, a amigas y amigos con los que he compartido muchos momentos a lo largo de mi vida. Fuimos la primera generación que pudo estudiar en euskera. Guardo muy buenos recuerdos de aquella época, de la ilusión y la esperanza con la que vivíamos la política.
Al terminar la carrera, ejercí como jueza de paz y empecé a trabajar con más colegas de profesión en un bufete.
Fui elegida concejala de Villabona con 28 años. Al poco tiempo me propusieron ir en la lista al Parlamento Vasco. Fue en las elecciones del 13 de mayo de 2001, las del 33-32. Todavía recuerdo la emoción con la que vivimos la campaña y la explosión de alegría tras los resultados. Cuando tomé posesión del escaño me parecía estar viviendo un sueño. Nunca habría podido imaginar sentarme en esos escaños que tantas veces había visto en televisión cuando seguía con interés los debates de la Cámara –sobre todo, los de política general–.
Ahí empezó una nueva etapa para mí. Fueron años muy intensos, de mucho compromiso y muy fructíferos. Me siento realmente afortunada por haberlos vivido en primera línea. Fueron las legislaturas en las que se aprobaron el Nuevo Estatuto Político, la ley de Igualdad o la Ley de Consulta, entre otras.
Siendo parlamentaria fui elegida alcaldesa de Villabona. Fue una etapa complicada pero muy enriquecedora. Estoy convencida de que los ayuntamientos son la mejor escuela política. También me enorgullece haber formado parte del Gipuzko Buru Batzar durante ocho años.
En 2012, fui elegida presidenta del Parlamento Vasco. Es un honor y una gran responsabilidad. Un honor que agradezco al partido. Y una responsabilidad que he intentado desarrollar con el máximo compromiso, consciente de que en el Parlamento Vasco está depositada la soberanía vasca.
En lo que se refiere al ámbito personal, estoy casada y tengo dos hijas y dos hijos, de 18, 15 y 7 años –los más pequeños son mellizos–. Me considero una persona familiar. Cuando me preguntan por mis aficiones siempre respondo que lo que más me gusta hacer en mi tiempo libre –que no es mucho– es estar con mi familia, con mis amigas y amigos. También disfruto con la lectura –los thrillers y el misterio, sobre todo–, hacer algo de deporte, ver alguna serie y, últimamente, descubrir recetas para hacer en la freidora de aire.
En definitiva, soy una mujer vasca de 52 años que se siente comprometida con su pueblo; una mujer que quiere seguir trabajando por Euskadi y por las personas que aquí vivimos. Me presento a estas elecciones con ilusión, fuerza, e ideas. Aporto mi experiencia de años en el Parlamento y las ganas de seguir aprendiendo.
Estoy convencida de que las mujeres y hombres que formamos parte del PNV tenemos mucho que ofrecer. Y espero que volvamos a contar con la confianza de la ciudadanía para que Euskadi siga avanzando. Daremos lo mejor de nosotras y nosotros para continuar impulsando la economía, generando empleo de calidad, fortaleciendo los servicios públicos, consolidando la igualdad, la cohesión y la justicia social, y trabajando para que este pueblo decida su futuro libre y democráticamente. Nuestro objetivo: una Euskadi libre, de mujeres y hombres libres.