“Hemos venido hasta Gurs para recordar y también reconocer el sufrimiento que en el pasado vivieron las miles de personas que fueron confinadas en este campo de concentración. Refugiados de la Guerra Civil que lejos de encontrar una vida mejor, fueron condenados a la barbarie y el dolor”. Con estas palabras Iñigo Iturrate ha querido expresar el compromiso de EAJ-PNV con los derechos humanos y los ideales de libertad, dignidad y justicia. Unos principios, ha dicho, que fueron injustamente pisoteados en este lugar. “Todos los que aquí sufrieron tienen nuestra solidaridad, nunca les olvidaremos, y trabajaremos con ahínco para que las políticas públicas de recuperación de la memoria histórica sigan estando en el frontispicio de nuestra acción política”. Con el acto de hoy, ha añadido Iturrate, recuperamos la memoria de quienes aquí estuvieron –entre ellos 6500 gudaris y milicianos vascos- y sembramos la semilla “para levantar un futuro mejor, un futuro de esperanza en el que se respeten todos los derechos humanos para todas las personas”.

En este sentido, el parlamentario de EAJ-PNV ha asegurado que no hay fronteras para denunciar la sinrazón del odio, el fanatismo o el uso de la violencia. “Recordamos a cuantos aquí perdieron su vida, a cuantos buscando un futuro en paz terminaron encerrados. Hacemos nuestro el sufrimiento de estas víctimas, de sus familiares y amigos y volvemos a decir alto y claro que lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa. Luchamos por un mundo alejado de las guerras, por un mundo en paz y respetuoso con todas las personas”.

Iturrate ha participado, junto al Lehendakari Iñigo Urkullu, la Presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, Uxue Barkos, y el Presidente de Aquitania, Alain Rousset, en el acto institucional de reconocimiento organizado por los Gobiernos Vasco y Navarro. Un encuentro al que han asistido también familiares de las personas que fueron confinadas en el campo. 

Campo de Gurs

El campo de Gurs (Francia) fue un campo de refugiados construido en 1939 con el objetivo de albergar a combatientes republicanos de la Guerra Civil. Sin embargo, tras la ocupación de Francia por parte de los nazis, Gurs pasó a convertirse en un campo de concentración, donde fueron trasladados miles de judíos presos.

Hasta 60.000 personas, procedentes de 52 países, fueron ubicadas en el campo de concentración de Gurs, 6.500 de ellas, vascas. E incluso, entre agosto de 1942 y febrero de 1943, seis convoyes transportaron a 3.907 de esas personas al campo de concentración de Auschwitz, en Polonia. El campo de Gurs cerró sus puertas en 1950.