El Parlamento Vasco ha aprobado esta mañana la proposición de ley de garantía de los derechos y de la dignidad de las personas en el proceso final de su vida. Una norma que ha sido respaldada por unanimidad y que consolidará, según ha manifestado el parlamentario Kerman Orbegozo, el trabajo que el Departamento de Salud y Osakidetza vienen desarrollando a lo largo de los últimos años para asistir y cuidar al paciente en su etapa última. “En Osakidetza los equipos y profesionales avanzan hacia una nueva cultura en la que además de curar, se prepara a los facultativos para asistir y cuidar a la persona que se encuentra en estado terminal. En esta legislatura, el departamento que dirige Jon Darpón ha ido implementando medidas para aliviar el sufrimiento del paciente y asegurarle unos cuidados paliativos que minimicen el dolor. Todo desde el respeto a la persona y a su familia”.

La ley tiene sus fundamentos en la Declaración de derechos y deberes de las personas en el sistema sanitario de Euskadi y en el Plan de mejora de los cuidados paliativos 2016-2020, ambos documentos desarrollados durante la presente legislatura. Así mismo, la normativa recoge el documento de voluntades anticipadas -regulado por ley en 2002- para incluirlo en el historial clínico del paciente y así poder ser consultado en cualquier momento por el personal sanitario.

Se trata de herramientas que ya contemplaban la salvaguarda de la libertad y el respeto a la voluntad de la persona, así como el derecho a la intimidad, la información y una atención de calidad en casa o en el hospital. “Teníamos unos mimbres buenos que ahora quedan bajo el paraguas de esta nueva ley, concediendo a los profesionales sanitarios una mayor seguridad jurídica en sus prácticas”.

El grupo parlamentario Nacionalistas Vascos ha destacado el valor de una ley realista, eficaz y ajustada al marco competencial. “Es una norma posibilista, que tendrá su recorrido, y prudente”, ha recordado el representante jeltzale. “No es una ley sobre la eutanasia y el derecho asistido, materias sobre las que este Parlamento no tiene capacidad de legislar. Haber regulado estas figuras hubiese supuesto el inmediato recurso por parte del Gobierno español, y nosotros no buscábamos eso. Buscábamos mejorar la atención de las personas dando garantías de un menor sufrimiento. Eso se consigue aprobando leyes, decretos y planes, pero también contando con la implicación y la participación activa de todas las personas que día a día trabajan en Osakidetza. Desde aquí queremos agradecer la enorme laboral que desarrollan para hacer que la muerte, al igual que lo es la vida,  sea cada vez más digna”.