Sala de Prensa

25/05/2017

Egibar: “Un nuevo estatus político permitiría avanzar en competitividad y bienestar social”

“La construcción nacional y la construcción social son dos caras de la misma moneda”, ha añadido Joseba Egibar, portavoz del grupo parlamentario de EAJ-PNV

rss Ezagutzera eman
Egibar: “Un nuevo estatus político permitiría avanzar en competitividad y bienestar social”

DESCARGAR IMAGEN

“La construcción nacional y la construcción social son dos caras de la misma moneda”. Ese es el eje sobre el que ha pivotado –y pivota- la actuación política del Partido Nacionalista Vasco durante  las últimas décadas. “El proyecto del PNV se sustenta en la simbiosis entre construcción nacional y construcción social. Los derechos sociales y económicos, desde una perspectiva nacional, han sido objetivos claves de nuestra actuación”, ha subrayado el portavoz jeltzale, porque “el territorio sin personas es sólo paisaje”.

En una mesa-coloquio sobre bienestar y competitividad organizada por DeustoForum Gipzukoa, Joseba Egibar ha defendido que, a la hora de conjugar esos dos conceptos - bienestar y competitividad-, “el sentido de pertenencia a una comunidad política es determinante”. “La identidad es un factor económico y de futuro y, además, garantiza la solidaridad intergeneracional”, ha explicado. “En cada momento, cada generación aplica la solidaridad intergeneracional porque tiene ese sentido de pertenencia a una comunidad política”, ha concretado.

En su intervención, se ha referido a tres conceptos que “nosotros siempre hemos conjugado en nuestra actuación política”, y “pueden constituir tres vértices de un triángulo”. “El primero, la competitividad estimula; el segundo, la colaboración fortalece; y el tercero, la solidaridad une”, ha detallado, “y mantener el equilibrio no es fácil”.

En este contexto, Joseba Egibar ha incidido en la necesidad de un nuevo estatus político para Euskadi. “Es evidente que cuando estamos hablando de un nuevo estatus también estamos hablando de que necesitas las herramientas para que realmente puedas ser competitivo como país; un país relacionado con sus gentes y que pueda progresar en términos de bienestar”, ha señalado, “porque progresar en términos de bienestar significa también progresar en términos de emancipación política”.

Frente al “tratamiento uniforme y uniformizador” que aplica el Estado, Egibar ha puesto en evidencia que los diferentes territorios que lo integran “tenemos una radiografía absolutamente diferente”. “Las instituciones vascas deberíamos tener en la mano los instrumentos que configurarían un  nuevo estatus para hacer frente a esos desafíos”, ha concluido.

En su intervención –y en respuesta a aquellos que critican el modelo de bienestar vasco-, ha puesto en valor nuestros índices de desigualdad. “Que me digan cuántas naciones o estados tienen un porcentaje de desigualdad inferior al de Euskadi”, ha señalado,”solo hay tres países nórdicos”. “Y estamos ahí, en lo más alto”, ha enfatizado.

Y en lo relativo a la progresividad y a la equidad de nuestro sistema impositivo, ha apuntado que “el 75% de los contribuyentes aportan el 30% de la recaudación, y el 25% de los contribuyentes aportan el 70%; y de entre estos, el 10% de los que más ganan en este país aporta el 45% del conjunto”. “¿Hay progresividad? ¿Hay equidad?”, ha preguntado; “es evidente que si”. “Se podrá perfeccionar pero lo que no podemos hacer es cuestionar en todo momento que aquí no hay progresividad ni equidad; aquí el que más tiene más paga”, ha remarcado.

En el transcurso del debate, el portavoz jeltzale ha destacado la importancia de “financiar con recursos propios todos aquellos servicios que proporcionen las instituciones”. En este punto, ha planteado la siguiente cuestión: “¿Estamos dispuestos a prescindir de lo prescindible para que todo el mundo tenga lo imprescindible?”. “Ese es un debate que tenemos que resolver porque hoy podemos tener la tentación de consolidar derechos para la generación presente olvidándonos de las generaciones venideras, que no están en la mesa de negociación y que pueden encontrarse en un escenario en el que no existan esos derechos y persista la obligación de devolver la deuda que nosotros hemos contraído”, ha reflexionado.

“35 años de éxito del caso vasco no significa que sea garantía de futuro”, ha advertido. “Aquí se van a tener que tomar decisiones; y ese sentimiento de pertenencia a una comunidad política, a un pueblo, a una nación, es determinante para que un proceso de competitividad unido al bienestar social sea binomino de éxito”, ha finalizado.