La parlamentaria Amaia Arregi y el resto de miembros que integran el Intergrupo parlamentario de amistad y cooperación con el Pueblo Kurdo asisten en París a la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos que estudiará las presuntas vulneraciones del derecho internacional por parte de las autoridades turcas. Los jueces examinarán las denuncias que hay contra el Estado turco y varios de sus funcionarios por violaciones del derecho a la libertad de expresión o reunión o el excesivo uso de la fuerza contra la población civil de Kurdistán. 

Los kurdos son uno de los mayores pueblos sin Estado del mundo, con cerca de 35 millones de habitantes repartidos entre cuatro Estados: Turquía, Irán, Irak y Siria. Se trata de un pueblo, afirma Arregi, que “ha sufrido y sufre graves problemas políticos, económicos y sociales, además de constantes conculcaciones de derechos humanos que se han visto incrementadas tras la celebración en septiembre del pasado año del referéndum de independencia del Kurdistán Iraquí, que Bagdad rechazó y obligó a cancelar sus resultados”.

Ante la ausencia de una investigación con garantías y los obstáculos que pone el Gobierno de Ankara para aclarar estos hechos, cuatro asociaciones internacionales decidieron presentar ante los jueces del Tribunal Permanente de los Pueblos lo acontecido en las principales ciudades kurdas con el fin de que sea juzgado. La corte tendrá su fallo en un plazo de dos meses. 

Para la parlamentaria jeltzale, “los derechos humanos están por encima de cualquier otra consideración y su posible conculcación requiere de una investigación documentada e imparcial. Es lo que en esta sesión la terna de jueces nombrados por este Tribunal de los Pueblos tratará de hacer en relación a las acusaciones que pesan sobre las autoridades turcas. Es fundamental  que instituciones así trabajen por evitar la impunidad”. 

EAJ-PNV mantiene una estrecha relación con el pueblo kurdo, particularmente con quienes viven en Irak,  y apoya el derecho que le asiste para reivindicar la independencia.