Egibar ha tomado como referencia la frase del Lehendakari Urkullu “con los pies en el suelo”, para asegurar que este Gobierno “ve con toda crudeza los problemas que afectan al País y con acción política trabaja por solucionarlos”. 

El representante jeltzale ha cuestionado la ‘foto-satélite’ que de la realidad vasca realiza la oposición, y ha añadido que el ‘pecado’ del actual Ejecutivo Vasco es el de llevar esa foto-satélite “a escala 1”, a escala humana, reconociendo las dificultades y preocupaciones de la sociedad y priorizando los ejes de actuación. “Es muy fácil decir que este Gobierno no acierta en nada y que todo va mal; pero este Gobierno trabaja con los pies en el suelo, ve las carencias y las hace frente con decisión y marcando prioridades”. En este sentido, el portavoz jeltzale ha pedido a los grupos de la oposición, y en especial a EH Bildu, que se muevan de sus posiciones iniciales y entren a negociar desafíos inminentes como los próximos presupuestos o la reforma de la RGI. Egibar ha reprochado a la coalición abertzale su posición de supervisor de la política para pedirle que pase de los “palabras a los hechos”. “Ese papel supervisor es de tiempos pasados, y en este país muchos lo han practicado; pero todos han desparecido. EH Bildu no es un agente supervisor es un partido político. Creemos que es hora de mojarse, tomar decisiones y negociar para llegar a acuerdos”. 

En relación con el Autogobierno, Egibar defiende su actualización y el avance hacia un nuevo estatus político para Euskadi. “Necesitamos un nuevo modelo de relación con el Estado porque el actual está obsoleto y ni siquiera ha servido para cumplir el Estatuto de Gernika”. A su juicio, necesitamos un sistema de autogobierno más consistente, con mayores garantías y fundamentado en el respeto, el reconocimiento y la no subordinación. Egibar ha asegurado que el itinerario para llegar a esa nueva relación con el Estado será “radicalmente democrático y necesariamente legal”, respetando la decisión de la ciudadanía. “El desarrollo social, político, económico o cultural de este País tiene que ser decidido por la ciudadanía, y eso ha de ser respetado. Ese es el único límite; luego se tendrá que negociar todo lo que sea necesario”. Así, ha advertido de la incoherencia de quienes apelan constantemente a la legalidad vigente y se niegan a desarrollar y cumplir el actual Estatuto, una ley orgánica que lleva casi 40 años de incumplimientos.

El portavoz jeltzale se ha preguntado por qué se niega a este pueblo sistemáticamente la gestión y las competencias en materias como las pensiones, las políticas pasivas de empleo o la inmigración. Y la respuesta, ha dicho, está clara: por nada. “¿Por qué no se nos permite responsabilizarnos de nuestro futuro, con los instrumentos necesarios para abordarlo? ¿A quién molesta? A quien tiene una concepción unitaria de su estado y no acepta una realidad propia diferente a la suya. Esa es la cuestión de fondo de la territorialidad, del conflicto con Catalunya etc.. La gente que entiende que tiene una identidad prevalente que obliga a todo el mundo a que suerte como futuro colectivo pase por el cedazo de sus decisiones, lo único que crea son focos de conflicto que con el tiempo va a tener que resolver”.