Euskadi dará un paso más, que no el último, para garantizar los derechos que asisten a las personas transexuales y transgénero y  suprimir de su legislación el requisito que les obliga a presentar un informe psiquiátrico  que acredite su identidad de género. De manera conjunta, todos los grupos del Parlamento Vasco, a excepción del PP, han registrado una Proposición de Ley para modificar este aspecto de la normativa ahora en vigor (Ley 14/2012 de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales). Según el cambio propuesto, y que afecta únicamente al artículo 3, cada persona podrá construir de forma libre su propia definición sobre su género y orientación sexual sin tener que mediar ningún tipo de informe ni diagnóstico previo en el que se certifique que tiene un trastorno, llamado disforia de género.

Según ha manifestado el parlamentario de EAJ-PNV Iñigo Iturrate, “la nueva ley hará que estas personas no sean tratadas como personas enfermas, siendo ellas mismas y no otras las que acrediten su condición. Damos un paso más, no el definitivo, para despatologizar la transexualidad y facilitar los procesos de cambio de sexo. Son personas que sufren diariamente situaciones de discriminación y marginación, y nuestra obligación es la de remover todos esos obstáculos que les dificultan su día a día”. No puede ser, ha añadido, que “sea una tercera persona la que cuestione nuestra propia identidad y niegue el derecho a la libre determinación”. La Proposición de Ley, que será tramitada por el procedimiento de lectura única, recoge que la transexualidad sólo puede conocerse a través de la escucha de lo que la persona libremente expresa y, al igual que la identidad sexual, no se puede diagnosticar. No es una enfermedad, un trastorno o una anomalía, sino que forma parte de la diversidad humana.

Iturrate ha recordado que esta modificación legal era una reivindicación  de los colectivos y asociaciones en pro de los derechos de las personas transexuales. “Nos estaban reclamando que sus situaciones fueran atendidas sin ningún prejuicio y sin la consideración de personas enfermas. El texto que hemos presentado es fruto de la colaboración con estas asociaciones. Hemos ido de la mano y en el futuro seguiremos trabajando juntos porque esta batalla aún no está ganada. Tenemos que seguir construyendo una Euskadi más respetuosa con la diversidad y en la que se reconozcan todos los derechos para todas las personas. Es una necesidad y también una obligación de todos los poderes públicos”.