La Agenda Estratégica del Euskera 2021-2024 representa la hoja de ruta del Gobierno Vasco para normalizar el uso del euskera, garantizando los derechos lingüísticos de la ciudadanía vasca y reforzando la colaboración interinstitucional. Hoy, en una sesión monográfica de la Comisión de Cultura y Euskera, el plan ha recibido las aportaciones de los distintos grupos parlamentarios.

EAJ-PNV ve en esta Agenda el instrumento adecuado para superar los desafíos a los que se enfrenta el euskera, y que pasan por hacer que el euskera sea una lengua atractiva, natural y de uso cotidiano. En palabras de la parlamentaria Maialen Gurrutxaga, “el reto que debemos superar ahora es convertir el conocimiento del euskera en un uso social cotidiano”. Y para dar ese salto, ha añadido, debemos integrar la lengua en nuestro día a día, ampliando para ello los recursos y los ámbitos en los que una persona puede vivir y disfrutar en su lengua. En este sentido, Gurrutxaga ha destacado la importancia que tiene garantizar la presencia y uso del euskera en el tiempo libre, el ocio, las actividades culturales, los medios de comunicación o el entorno digital. “Necesitamos que más personas aprendan, pero sobre todo necesitamos que se use. Eso es en definitiva una lengua con vitalidad, una lengua funcional que se escucha en la calle. En este documento se recogen las políticas lingüísticas encaminadas a aumentar la presencia de nuestra lengua en los ámbitos del ocio, el tiempo libre, las actividades culturales, la comunicación…Son las esferas donde socializa y se mueve la gente más joven, las nuevas generaciones”. Y ahí es, ha subrayado, donde está el futuro del euskera: en las personas jóvenes. “La Agenda Estratégica nos brinda la oportunidad de seguir creciendo tanto en su aprendizaje como en su uso. Nos permitirá que quienes aprenden euskera en las aulas tengan luego espacios naturales para poder utilizarlo con normalidad”.

Para afrontar con éxito los retos del euskera, Gurrutxaga ha citado como clave la colaboración entre todas las instituciones y los agentes sociales a favor del euskera. “Todos y todas somos necesarias, no hay fórmulas mágicas. Hay que trabajar por reforzar la cooperación y el consenso en las políticas lingüísticas”, ha dicho. La parlamentaria jeltzale ha reconocido los avances que ha experimentado el euskera desde que en el año 1982 se aprobara la Ley Básica de Normalización del Uso del Euskera. Una norma que perseguía posibilitar la libertad plena para aquella persona que quisiese vivir en euskera de una manera real y efectiva. Aquella norma llegó de la mano del consenso y con un claro espíritu integrador. Gurrutxaga ha llamado a los grupos a trabajar desde la colaboración para que ese consenso no se rompa e impregne nuevamente las políticas lingüísticas de los próximos años.