EAJ-PNV reitera su más firma rechazo a la reapertura de la central nuclear de Garoña y reclama al Gobierno español el cierre inmediato de la misma. El parlamentario jeltzale, Juan Carlos Ramírez-Escudero, ha asegurado que Garoña debería de haberse cerrado hace mucho ya por ser una instalación “vieja, peligrosa e innecesaria, y porque además así lo reclama la sociedad alavesa y vasca”. Según Ramírez-Escudero, prolongar 16 años más la vida útil de esta planta supondría un riesgo inasumible desde el punto de vista de la seguridad de quienes viven en su entorno. “No pretendo ser catastrofista, pero estamos a 40 kilómetros de Garoña. Si hubiera un accidente nuclear la nube tóxica estaría encima de Gasteiz en apenas dos horas, y sería materialmente imposible proceder a una evacuación. El riesgo existe y debemos ponerle freno”.

El representante jetzale ha recordado los últimos accidentes nucleares en Fukushima y Chernobil y sus dramáticas consecuencias sobre la salud de los ciudadanos, la habitabilidad y los ecosistemas. “Accidentes así pueden volver a repetirse y sus costes son demasiado elevados. Estamos a tiempo, si el Gobierno español así lo entiende, de impedir que Garoña vuelva a la actividad”.

El Consejo de Seguridad Nuclear analiza estos días la solicitud de renovación de Nuclenor, titular de la planta; EAJ-PNV pide a este organismo que escuche los pronunciamientos reiterados de las instituciones vascas y alavesas y y no emita un informe favorable a su reapertura. Así mismo, la formación jeltzale reclama al Gobierno español la adopción de medidas para despolitizar el Consejo; y es que el PP tiene garantizado su dominio e influencia sobre este organismo al tener tres de sus cinco miembros.

El pleno del Parlamento Vasco ha aprobado, con la única abstención del PP, una proposición no de ley en la que además de pedir el cierre de Garoña, se solicita a los servicios jurídicos de la Cámara que analicen el recorrido judicial posible en el supuesto de que el Gobierno de España apruebe la reapertura”. El peligro para la seguridad existe, ha reiterado Ramírez-Escudero, y la amenaza es muy cercana”.